Este pastel de durazno no es solo una delicia
Es una experiencia culinaria que cautiva los sentidos y eleva el paladar a niveles superiores de satisfacción. Su aroma dulce y reconfortante promete un festín para los sentidos desde el momento en que se pone sobre la mesa.
La superficie del pastel de durazno tiene trozos jugosos y resplandecientes de durazno, lo que lo hace atractivo y dorado. La textura suave y esponjosa de la masa se revela con cada corte, y el olor irresistible que invita a probarlo sin demora.
Este pastel de durazno no es solo una delicia; es una experiencia culinaria que cautiva los sentidos y eleva el paladar a niveles superiores de satisfacción. Su aroma dulce y reconfortante promete un festín para los sentidos desde el momento en que se pone sobre la mesa.
La superficie del pastel de durazno tiene trozos jugosos y resplandecientes de durazno, lo que lo hace atractivo y dorado. La textura suave y esponjosa de la masa se revela con cada corte, y el olor irresistible que invita a probarlo sin demora.
Este pastel de durazno es más que un postre; es un homenaje a la exquisitez de los ingredientes simples y naturales, elevados a nuevas alturas por la magia de la cocina. Es el ejemplo supremo de la indulgencia, un disfrute que se queda en la boca y deja una impresión duradera en aquellos que tienen la oportunidad de demostrarlo.
Tarta de queso crema de melocotón
Comensales: 4
Hora de cocinar: 40 minutos
Level: Fácil
Ingredientes
- 8 huevos
- 960 g de azúcar
- 80 ml de zumo de naranja
- 400 g de harina
- 4 cucharaditas de bicarbonato de sodio despojado
- 1.920 g de melocotones enlatados
- 2.000 ml de nata
- 800 g de yogur
- 1.200 g de queso crema
- 72 g de gelatina en polvo
- 480ml de agua
- 400 g de hojuelas de almendras
- Grasa para el molde
Instrucciones
1. Precalienta el horno a 180°C con ventilador. Escurrir los melocotones.
2. Separar los huevos, batir las claras, incorporar poco a poco las dos yemas, 100 g de azúcar, el zumo de naranja, la harina tamizada y el bicarbonato de sodio. Vierta la masa en un molde desmontable de 24 mm engrasado y hornee por 20 minutos. Retire el borde del molde desmontable y deje enfriar la base.
3. Corta 3 mitades de melocotón para decorar y corta en cubitos los melocotones restantes. Mezclar la gelatina con el agua fría y dejar que se hinche brevemente.
4. Batir la nata fría hasta que esté firme, agregar el yogur y el queso crema. Incorporar bien 100 g de azúcar, la gelatina hinchada y los dados de melocotón.
5. Colocar un aro de bizcocho sobre la base enfriada, verter la nata y alisar. Ahora mete el bizcocho en el frigorífico durante al menos 2 horas.
6. Caramelizar las almendras con el resto del azúcar en un molde sin engrasar y dejar enfriar sobre una hoja de papel de horno.
7. Cuando el relleno del bizcocho haya cuajado, retiramos el aro del bizcocho y decoramos con los melocotones y las almendras laminadas.
Consejo: El bizcocho también sabe bien con otras frutas.