Life Style
Mezcla” Clorox con sal… pero hazlo de forma segura (así sí ahorras)

El ahorro real no está en crear una “poción”, sino en usar cada producto para lo que mejor hace, evitando comprar limpiadores caros.
🧂 1) La sal como abrasivo suave (sin Clorox)
La sal funciona como exfoliante mecánico:
- Ollas con grasa pegada
- Sartenes
- Superficies resistentes (no delicadas)
Cómo usar:
Espolvorea sal, frota con esponja húmeda y enjuaga.
👉 Evita rayar acero delicado o superficies pulidas.
🧴 2) Clorox correctamente diluida (sin sal)
La lejía es desinfectante, no desengrasante.
- Baños
- Inodoros
- Desagües
- Pisos (según material)
Regla de oro: usa lejía diluida en agua, ventila bien y nunca la mezcles con otros limpiadores.
🧠 3) El truco que ahorra dinero (lo que casi nadie dice)
Usa sal primero para quitar suciedad dura → enjuaga → desinfecta después con Clorox diluida.
Así:
- Usas menos lejía
- Evitas productos “multiuso” caros
- Logras limpieza + desinfección eficaz
Esto es lo que realmente reduce gastos.
❌ Lo que NO debes hacer (muy importante)
- ❌ No mezclar Clorox con vinagre, amoníaco, alcohol o ácidos
- ❌ No usar en espacios cerrados sin ventilación
- ❌ No aplicar en metales sensibles o telas de color
- ❌ No improvisar proporciones
🏠 Dónde funciona mejor este método “en dos pasos”
- 🚽 Inodoro (sal para sarro → enjuagar → Clorox diluida)
- 🧼 Fregadero
- 🧽 Cubos de basura
- 🪣 Pisos resistentes
✅ Conclusión
No se trata de mezclar químicamente Clorox con sal, sino de usarlas inteligentemente en secuencia.
Así:
✔ limpias mejor
✔ usas menos producto
✔ evitas riesgos
✔ ahorras dinero de verdad


