Ingredientes:
- 2 tazas de calabacín rallado y bien compactado
- 1 huevo grande
- 1/4 taza de harina de almendras
- 4 onzas de queso mozzarella rallado (dividido)
- 1/4 taza de queso parmesano rallado
- 1 cucharadita de condimento italiano
- 1/2 cucharadita de sal
- 1/4 cucharadita de pimienta blanca molida
- 1 cucharada de mantequilla salada derretida
- 1 cucharada de perejil, finamente picado
- Instrucciones:
- Precaliente para lograr una receta perfecta:
Precaliente el horno a 220 °C (420 °F). Cubra una bandeja para hornear con papel pergamino para facilitar la limpieza y evitar que se pegue.
- Controle la humedad:
Con un paño de cocina limpio o un paño de cocina, apriete firmemente el calabacín rallado para eliminar el exceso de humedad. Necesitarás aproximadamente 1 taza de calabacín escurrido para lograr la consistencia perfecta.
- Mezcla el sabor:
En un tazón, combina el calabacín escurrido con el huevo, la mitad del queso mozzarella rallado, la harina de almendras, el condimento italiano, la sal y la pimienta blanca. Mezcla todo bien para asegurarte de que todos los ingredientes estén distribuidos uniformemente.
- Forma los palitos de pan:
Vierte la mezcla de calabacín en la bandeja para hornear preparada. Con una espátula o el dorso de una cuchara, presiona suavemente la mezcla hasta formar un rectángulo de aproximadamente 0,25 pulgadas (6 mm) de grosor. Esto crea la base para tus deliciosos palitos de pan.
- Hornea la base:
Coloca la bandeja para hornear con la mezcla de calabacín formada en el horno precalentado y hornea durante 15 minutos. Vigílalos: quieres que los bordes comiencen a dorarse.
- ¡Es hora del queso!:
Retira la bandeja para hornear del horno y voltea con cuidado los palitos de pan de calabacín. Pincela las partes superiores de los palitos de pan con la mantequilla derretida. Por último, espolvorea el resto del queso mozzarella y el queso parmesano por encima.
- Perfección derretida:
Vuelve a colocar la bandeja para hornear en el horno y hornea durante 5 minutos más, o hasta que el queso se derrita y burbujee. El queso dorado agrega una deliciosa señal visual y un sabor irresistible.
- Un toque fresco:
Una vez horneados, retira los palitos de pan del horno y déjalos enfriar un poco antes de servir. Para darles un toque final, espolvoréalos con el perejil finamente picado.
- ¡Disfruta!:
Sirve tus palitos de pan de calabacín con queso tibios y disfruta de un refrigerio bajo en carbohidratos delicioso y satisfactorio. Sugerencias para servir:
Combínalos con salsa marinara o tu dip favorito para agregarle más sabor. Sírvelos como acompañamiento de sopas, ensaladas o platos principales.